El rosa inundó mi vida

Recuerdo que cuando no andaba por aquí Candela, cualquier cosa de color rosa, o con mucha floritura, me parecía lo más hortera del mundo, buff que agobio me daba, ja ja.
Pero mira, como la boca es lo más castigado, según dicen por aquí, ahora me he tenido que comer mis palabras.

No es que yo vaya hecha un cromo, ja ja, ni que mi casa sea la casa de Tarta de Fresa, pero de la puerta de la habitación de Candela para adentro... es otro cantar. Cuando la pinté por primera vez, antes de ir a China, era de color verde, con detalles naranjas. No la quería rosa, ¡noooo!, ahora, rosa y verde, con DOS cenefas de las Princesas Disney, y próximamente el techo color azul cielo con estrellas. Las cortinas de Princesas y los cojines también.

Yo no me he puesto un vestido, ni me acuerdo desde cuando, y mi hija no se pondría un pantalón si pudiese elegir. Y como le gustan los vestidos, cuanto más vaporosos, llenos de volantes, brillantes, flores, mejor que mejor.
Mi madre siempre había querido hacerme un vestido de nido de abeja, pero yo lo odiaba, así que desistió. Ahora la mujer no está para pasarse los días con los ojos clavados en la confección del bordado, pero mi hija sería feliz si tuviese uno.

Todo este rollo porque he encontrado unas camas y muebles para la habitación, que no se si me atrevería a poner, en el supuesto caso de que tuviese posibles para comprarlas (la carroza vale ¡¡¡¡¡¡¡¡¡47000 $!!!!!!!! y el castillo 6995 $), pero que en las fotos quedan "de muerte, o sea".