Dicen que los niños de los centros de acogida son invisibles porque nos olvidamos de ellos; a veces, nos acordamos, pero nos niegan la posibilidad de sacarlos de alli.
Por favor, firmad
PIEDAD es el nombre ficticio de una niña canaria de 9 años víctima de un sistema que la ha condenado a la más absoluta orfandad.
PIEDAD fue retirada a su madre biológica a los ocho meses de haber nacido por incapacidad de su progenitora para cuidarla y educarla. Estuvo tres años y medio en dos centros de menores del Cabildo de Gran Canaria y porque no fue posible su retorno ni siquiera en su familia extensa, en el 2005 fue entregada en acogimiento preadoptivo a una familia de la localidad tinerfeña de La Orotava alcanzando plena estabilidad y felicidad.
Sin embargo, a los dos años, por imposición de la Autoridad Judicial (Juzgado de Familia nº 5 de Las Palmas, y luego Sección 3ª de la Audiencia Provincial) el 10/05/07 fue devuelta a un centro de menores para preparar su entrega a la madre biológica, sin que se tuvieran en cuenta, ni se hubieran valorado sus circunstancias personales, ni los perjuicios que un cambio de medida le podría ocasionar.
Aquello supuso la desaparición forzada de su paisaje afectivo (familia, amigos, escuela, entorno…) y la privación de toda noticia o contacto proveniente de allí. Sufrió tortura psicológica en la Casa Cuna de Santa Cruz de Tenerife y deprivación afectiva, y se le aplicó una terapia de reconstrucción cognitiva para reorientar (“amputar”) sus afectos y enfrentarla a la nueva situación. PIEDAD estuvo algo más de un año con su madre pero sin que esta dejara de recibir el apoyo del Servicio de Protección de Menores al ser incapaz de desenvolverse con autonomía.
Finalmente, acabaron las dos en la calle y con lo puesto, y la propia madre la entregó a la Administración para que la ingresaran en un centro. PIEDAD entró en un centro de menores de la isla de Gran Canaria el 31/10/08 y allí sigue todavía pues su madre, el 20/01/09, renunció a ella cuando la Administración le facilitó una vivienda, prefiriendo dejarla en la institución a tenerla consigo por los problemas que dijo le ocasionaba la menor. Finalmente, por segunda vez, ante el nuevo y definitivo fracaso, la niña fue desamparada de su madre.
A iniciativa de la asociación PRODENI y de la Plataforma de apoyo a PIEDAD, se pone en marcha esta campaña de recogida de firmas para que el Gobierno de Canarias le permita tener noticias, establecer contactos y volver a la Orotava, porque es la mejor alternativa a la absoluta orfandad que ahora padece y porque tiene derecho a reencontrar la felicidad que un día le obligaron a perder.
Para más información puede consultarse la página Web de PRODENI en www.prodeni.org y acceder al libro "Peregrina mía" en www.peregrinamia.es, de Soledad Perera, madre preadoptiva de PIEDAD.
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