Que bonito es todo ahora, ahora que son pequeñas, ahora que aun no se hacen preguntas, ni cuestionan que su mamá no la tuvo en la barriga.
Yo aun vivo en ese cuento de hadas, sobre todo ahora, que Candela tiene una etapa de mamitis aguda. Antes era muy reacia a besitos y achuchones, pero últimamente es ella la que me da a mi los mimos. La que me dice "Eres la mejor mamá del mundo".
Pero me da mucha angustia pensar en cuando crezcan, me da angustia no hacerlo bien, no saberle explicar lo que ella quiera saber.
Incluso si lo hago bien, si le respondo, si le cuento, si la apoyo, un montón de mariposas me recorren el estómago, porque se que a pesar de todo, ella pasará por la época de los porqués, y tendrá sus momentos bajos, a los que yo podré acudir, pero no solucionar.
Por Beatríz San Román
16/03/2008
"Un 99% de mí está convencida de que mi madre de nacimiento me regaló la oportunidad de una vida feliz, pero no puedo callar el 1% que me hace sentir abandonada".
Durante las jornadas "Jóvenes globales - Generaciones globales" , se preguntó a un grupo de adoptadas en China qué sentían al oír la palabra "abandono". Las primeras en intervenir explicaron que les molestaba cuando la oían una y otra vez en los medios de comunicación en artículos sobre la adopción en aquel país. Danya, una extrovertida y risueña niña de 9 años, explicaba que a ella no la habían abandonado, que la habían depositado "cariñosa y suavemente" en un lugar público, sabiendo que de ese modo accedería a una vida mejor.
Jenna (16 años) fue la última en intervenir en este primer turno de respuestas. Dijo que un 99% de ella estaba de acuerdo, pero que no podía callar ese 1% de sí misma que se sentía abandonada. Su voz se quebró por el llanto, y necesito más de 10 minutos para controlar sus lágrimas. Jennifer tomó entonces el micrófono para explicar que el sentimiento de abandono era algo que también a ella, como a muchos de los adoptados que ha conocido, la había marcado. A él achacó su perfeccionismo y su pavor al fracaso, y dejó entrever que también había marcado sus relaciones con los chicos. Salvo la pequeña Danya, que andaba distraída jugueteando en su silla, el resto de las participantes en la mesa asentía en silencio. Fue un momento muy emotivo y emocionante, en el que las protagonistas de lo que los psicólogos llaman "la experiencia adoptiva" nos permitieron atisbar lo más íntimo de sus sentimientos.
Su valioso testimonio nos invita a reflexionar sobre esa incómoda realidad a la que hacen frente nuestros hijos. Está bien que nos esforcemos en usar palabras adecuadas, y en ayudarles a entender que posiblemente sus madres tomaron una decisión responsable y positiva al entregarlos para que fueran adoptados. Sin embargo, tenemos que estar preparados para aceptar el dolor que esa realidad les produce. Hay dolores que no podremos evitarles pero, si estamos abiertos a comprender que no ponen en cuestión nuestra relación con ellos, podremos acompañarles y apoyarles para que salgan fortalecidos de su sufrimiento.
4 Me han contado:
totalmente de acuerdo elén......
a mi me pasa exactamente igual....y cuando miro a mi hija y la veo tan feliz.....me pregunto como afrontaremos este tema tan importante en su vida.....como se lo tomará? lo aceptará???......en finnnnnn
a mi me emocionó mucho la frase d la niña de 9 años.....y cada vez que la leo me siguo emocionando....
besos
sílvia
Ayer la mia me decia........tu no eres china....y yo, no, no lo soy, y ella....yo si, y yo le dije si, tu si....depues dijo...claro!!pq naci en China!!...
Todo eso lo tiene muy claro pero está ya empezando a preguntarse otras cosas y como a ti Elen, tb se me llena el estomago de mariposas pq aunque lo intentemos explicar de la manera mas natural posible siempre nos quedará la sensación de que lo van a pasar mal alguna vez por este motivo.
Pero.......quien dijo miedo???? ;))
Son momentos en los que pienso mucho. ¿Cómo explicarles esos porqués? Y me preocupa que sufra. (Me preocupa ahora que me faltan AÑOS para tenerl@. No quiero ni pensar como será luego...)
Hola Elen. Yo estoy como tu, me pasa lo mismo. Aunque ya le he explicado que no nació de mi barriga me da la sensación de que aún no ha recaido en ello. También tengo miedo a no estar a la altura cuando ella lo necesite.
Ana, mamá de Ana Xiuyu que en noviembre cumple 5 añitos.
Me gustaría que me comentases algo