En la wikipedia pone:
colecho: El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores. Es una práctica normal en muchas partes del mundo, excluyendo Europa, Norte América y Australia. Un estudio de 2006 reveló que, entre niños de la India de entre 3 y 10 años, el 93% dormían con sus padres. El colecho se practicó ampliamente hasta el siglo XIX en Europa hasta que las casas comenzaron a tener más de un dormitorio y los niños su propia cuna. En muchas partes del mundo el colecho se practica simplemente para mantener al niño caliente durante la noche. Recientemente se ha reintroducido el colecho en la cultura occidental por los partidarios de la crianza con apego, que incluyen el colecho entre las prácticas naturales para una crianza saludable y feliz de los niños.
Yo comencé haciendo caso a Estivill y dejándola dormir sola. Lo pasó mal, pero lo conseguí. Aunque de madrugada se despertaba chillando y me costaba mucho calmarla.
Un día, no se como ni porqué, de madrugada, apareció en mi cama. Como trabajo y paso muchas horas sin verla, me apeteció que se quedara conmigo, así que la dejé.
Poco a poco esto se ha convertido en una costumbre. Se acuesta pronto y en su cama, casi siempre sin protestar. Pero cuando llegan las tres o las cuatro de la mañana, a oscuras y seguida de su manta, su peluche y su chupe -síiii aun lleva chupe con 5 años...-, aparece en mi cuarto.
Una de las ventajas de ser monoparental es que la cama es grande y si viene la peque, ni la noto. Así que aprovecho para que vaya al baño y dormimos juntitas. Además tampoco es de las que se pegan, que va, si en cuanto le cojo la manita la aparta.
Yo no he sido nunca de leer libros de como educar, ni buscar información, pero tengo amigas que sí, y que me iban contando. Así descubrí que Estivil no es muy bien visto por muchos entendidos de crianza de hijos y que había otros métodos igual de eficaces pero más "suaves".
Hasta hace dos días, no supe que era el colecho, incluso que tenía nombre. Y descubrí con esto, que no es malo, que no tengo porque aguantar que la gente me diga que mi hija no va a madurar si duerme conmigo, o al menos, que puedo rebatirlos. ¡Y me encantó!.
Durante casi cuatro meses, debido a mi trabajo, mi hija estuvo durmiendo en casa de mis padres, sólo la veía cuando ella salía del cole y yo todavía no había entrado a trabajar. No comía conmigo y sólo pasábamos el día juntas cuando yo libraba. Así que mientras pueda, pasaré el tiempo máximo con ella.
extraido de la web paraelbebe.net
El hecho de que los bebes prefieran dormir junto a su madre es algo totalmente natural. Teniendo en cuenta que los corderitos buscan el calor de su madre para descansar o que los gatitos vuelven al regazo de su madre después de sus excursiones, no es de extrañar que los bebes humanos también necesiten dormir como los demás mamíferos. Hasta hace pocos años, desde el inicio de la humanidad hace 10 millones de años, las familias compartían una misma cama.
El instinto de protección por parte de la madre, y el instinto de superviviencia desarrollado en los bebes, hace que ambos tengan el impulso de dormir en la misma cama. Los bebes no tienen aun desarrollado el concepto de espacio-tiempo, por lo que la separación de una pared puede significar para ellos lo que para nosotros un océano de distancia. Lo mismo ocurre con la percepción temporal, únicamente saben lo que ocurre aquí y ahora, y un solo minuto puede parecerles una eternidad. Cuando los padres no están presentes en la habitación, para el bebe supone una tremenda sensación de total soledad y causa en ellos un originario y profundo terror.
A nadie le gusta dormir solo ni estar a oscuras a solas. Incluso siendo adultos preferimos estar acompañados o mantener alguna luz encendida. El conjunto soledad-oscuridad nos devuelve a nuestros miedos más ocultos y primigenios.
La idea de que los niños están más seguros en su propia cama no tiene ningún fundamento. No hay pruebas sobre las ventajas de la separación física, pero si existen estudios que avalan los beneficios del colecho. Entre ellos se destacan: despertares sincronizados entre el bebé y la madre, una mayor estabilidad cardiorrespiratoria y mayor oxigenación de los niños, disminución de los episodios de llanto, mejor termorregulación y mayor prevalencia de la lactancia materna. Los bebés que duermen con su madre son amamantados hasta 3 veces más tiempo que aquellos que duermen solos en su habitación.
También cabe mencionar los beneficios emocionales para toda la familia y la incidencia positiva sobre el desarrollo afectivo. Un bebe que duerme junto a sus padres no solo comparte la cama, sino que recibe mas atención y mayor contacto físico. El vinculo que se crea entre padres e hijos mediante el colecho es muy intenso y duradero, lo que contribuye a un mayor entendimiento y un fuerte sentimiento de seguridad en los hijos. No se puede comparar con nada la sensación de despertar juntos y compartir esos primeros minutos del día, la primera sonrisa de la mañana, las cosquillas en la cama…
Creencias populares dicen que para que un bebe deje de quejarse por la noche y los padres puedan dormir sin interrupción hay que dejarle llorar. Efectivamente, en general dejan de quejarse después de un tiempo, pero además ocurre algo terrible: pierden la esperanza y la confianza de que sus padres están pendientes de ellos cuando lo necesitan. Se resignan. Y creemos que la resignación no forma parte precisamente de un crecimento feliz ni de un desarrollo afectivo sano. Tampoco facilita una relación paterno-filial basada en la confianza mutua y la empatía. Pensamos que entregarles nuestro cariño en vez de indeferencia, o nuestro afecto en lugar de distanciamiento, hace felices a nuestros bebés, y por tanto a todos nosotros.
fuente: http://asociacioncriarte.blogspot.es
A la práctica de dormir con los hijos se le conoce como colecho. Lo primero que hay que decir al hablar sobre colecho es que no tiene consecuencias negativas para la familia ni mucho menos para el bebé, quien generalmente se siente muy a gusto durmiendo en medio de la seguridad y el calor de las personas que más lo aman.
Una de las ventajas del colecho es que favorece mucho la lactancia nocturna del bebé y al no tener que pasear al bebé por los pasillos o algo similar también es muy probable que tanto mami como hijo duerman mejor, además de que regula y acompasa los patrones de sueño de la díada madre-hijo.
Como siempre, hago énfasis en lo socialmente aceptado que no es otra cosa que las imposiciones culturales. En Japón por ejemplo es norma y regla que los hijos compartan la cama con los padres, no se concibe de otra manera el hábito de dormir; sin embargo en culturas occidentales como Estados Unidos se muestra un gran afán por “independizar” al bebé cuanto antes y llevarlo a su propio cuarto, es “de buen gusto” decir “mi hijo duerme solo en su habitación desde que tenía X meses” y no es socialmente aceptable decir “nuestro hijo duerme con nosotros”.
¿Y qué hay de la independencia? El tema de la independencia es muy polémico. Vamos a ver: se teme que el niño se amañe tanto durmiendo con sus padres que jamás se hará independiente, pero como dice Carlos González en su libro "Bésame mucho": “… Si no se hiciera el más mínimo esfuerzo por sacar a los niños de la cama de sus padres, ellos mismos se irían tarde o temprano. No sé a qué edad, porque no conozco a nadie que haya hecho la prueba; sin duda la edad será distinta en cada familia, y dependerá del temperamento y de los deseos del niño y de sus padres. Pero estoy razonablemente seguro de que ninguno de mis lectores siente, en estos momentos, el menor deseo de volver a dormir cada noche entre su padre y su madre. Los japoneses suelen dormir con sus padres hasta los cinco años…”
Yo saco mis propias conclusiones de estas palabras del doctor González: la independencia no se enseña, la independencia es algo hacia lo cual se avanza si se permite al niño vivir plenamente todas sus etapas.
Voy a hacer una pausa aquí porque estoy más que segura de que alguna persona que lee y no es partidaria del colecho estará negando con la cabeza cada línea y pensando: “mi hijo duerme feliz en su propio cuarto desde los tres meses”; honestamente me parece bien; este artúculo, si bien es una apología completa al colecho no es en ningún momento una crítica a los padres que duermen separados de sus hijos. La clave es: si la situación es armoniosa para todos, principalmente para el niño eso quiere decir que estamos haciendo las cosas bien; nótese que digo “armoniosa para todos, principalmente para el bebé” esto quiere decir que el bebé duerme feliz en su habitación y siempre lo ha hecho, mejor dicho para hablar claro: si nunca se ha dejado llorar al bebé sin acudir a consolarlo inmediatamente.
William Sears (profesor de pediatría de la Universidad del Sur de Carolina y padre de seis hijos) , de quien hacemos referencia en esta página con frecuencia escribió un libro llamado “Nightime parenting” en el cual habla extensamente sobre el colecho y hace una exposición muy elocuente de sus beneficios; el libro está en inglés y es una excelente fuente de información sobre el tema del colecho.
Como siempre, para gustos hay colores, pero esto me ha venido como anillo al dedo, si es que en el fondo, soy una madre de primera, je je.
8 Me han contado:
genial!!!ahora se que tengo una colechera de jiaangxi durmiendo con nosotros,empezo muy bien en su cuarto pero con 18 meses mas o menos no hubo manera de dejarla sola y paso a nuestro cuarto,ahora no hay manera de que salga,y la verdad es que nunca lo hemos intentado,todo llega paso a paso.Estuvimos mucho tiempo sin ella y ella sin un hogar ¡¡a disfrutar todos!!
Leire no tiene problemas para dormir. Siempre ha dormido primero en su cuna y luego en su cama. Alguna vez que ha estado pachucha ha pasado algun rato en nuestra cama pero cuando se ha dormido la he pasado a la suya, tres en una cama de 1,35 no es nada cómodo, es más la única que duerme es ella. Algunas mañanas si se despierta muy pronto y Manolo ya se ha ido a trabajar me la traigo a mi cama y dormimos juntas un rato. Pero la verdad prefiero que duerma en su cama y tengo suerte que siempre ha dormido bien y de momento ni pesadillas ni miedos.
Isabel
Nosotras llevamos mucho tiempo haciendo el colecho y encantadisimas de la vida.
Elén, sobre lo de Piedad puedes ponerlo sin problema, Maria del Rio lo puso en Afac.
Otra cosita, no has recibido mi tela??
Me parece estupendo, no creo que exista nada perjudicial en ello.
Tengo una amiga que su hija a dormido en la cama con ellos hasta bien mayor y te puedo asegurar que hoy es una adolescente de 17 años de lo más autónoma y responsable.
Un abrazo
Uge
Yo tampoco creo que haya ningún problema porque tu niña duerma contigo.
Y estoy segura de que eres una madre de primera. ¿Acaso lo dudabas? jeje.
Un beso
Elén me encantan todos los temas que expones. Cuando tenga la experiencia en el tema te comentaré ¿vale?
hola yo tengo 17 años y duermo con mi madre ya q mis padres estan separados y cuando voy a cualquier casa no me cuesta dormir sola. Es perjudicial q duerma con mi madre? me preocupa q me haga ser insegura o q me cueste x ello relacionarme con la gente en el futuro.
Hola Jud,
No soy psicóloga ni pedagoga, pero he leído sobre el colecho y la verdad es que me parece muy bueno.
Si tienes ya 17 años y dices que no te cuesta dormir fuera de casa, e imagino que tienes muchos amigos, no creo que vayas a tener ningún problema de interrelaciones en un futuro.
Además, con lo que me cuentas, me animas a que siga pensando como pienso.
saludos
Me gustaría que me comentases algo