Que las lluvias se lleven la apatía

Como últimamente no ando mucho por aquí (el trabajo, el calor, la apatía...), pondré este artículo que he encontrado en Pueblo en Línea y que me pareció curioso, además de tratarse de una ciudad de Jiangxi, la provincia donde nació mi hija.

Que las lluvias se lleven la apatía

Lluvias torrenciales han inundado unas cuantas ciudades chinas este verano, debido en primera instancia al mal estado del alcantarillado, que no ha logrado asimilar estos diluvios.

Los planificadores físicos urbanos harían bien en echar un vistazo las instalaciones de alcantarillado que construyeron los chinos antiguos en Ganzhou, provincia de Jiangxi, durante el período de la dinastía Song (960-1127).

Ese sistema es increíble: su diseño científico garantizaba que el agua de lluvia drenara fluidamente hacia el río fuera de los límites de la ciudad, evitando la acumulación de agua en áreas urbanas, aun cuando los niveles del río sobrepasaran la marca de peligro.

Es difícil de creer que con la tecnología a nuestra disposición no hayamos sido capaces de diseñar un mejor sistema. Las inundaciones se han convertido en un problema serio, incluso en grandes urbes como Beijing. Y todavía los planificadores urbanos siguen sin poder idear un sistema que pueda soportar el impacto arrollador de las lluvias en los meses de verano.

Tal parece que los planificadores urbanos son incapaces de diseñar o construir un sistema que pueda rivalizar con el de la dinastía Song, porque simplemente carecen del incentivo para hacerlo. Si un sistema mediocre puede cumplir el cometido durante la época de seca, por qué molestarse por hacer algo mejor, parece ser la idea.

Esto demuestra claramente cuán apáticos son nuestros funcionarios a la hora de ejecutar obras de interés público.

Hasta ahora, ni regulaciones legales ni la supervisión administrativa han sido eficaces para garantizar que contemos con un alcantarillado seguro, que funcione bien durante los días lluviosos. Y ya va siendo hora. (Pueblo en línea)
16/07/2010